domingo, 20 de mayo de 2012

QUE JAMAS SE REPITA

Jueves 13 de octubre del 2011

 

Más que un intento de golpe, el 30-S (30 de septiembre) parece que el Gobierno quiso hacer de eso una película. Nadie duda de que los incidentes se realizaron, que los policías rompieron su juramento. Lo que ha variado es la forma de querer transmitir al pueblo que ese día se quiso derrocar al presidente, cuando esa no era la razón del reclamo policial.

Se sabe que por medallas, reconocimiento o por algún acto especial era ya una tradición entregar bonos en la institución, que alcanzaban casi los 27 millones; al reestructurar las partidas (presupuesto) que maneja el Estado, se suprimieron las mismas y la inconformidad dentro de las filas policiales se hizo evidente, aparte de que el ánimo ya venía caldeado desde hace tiempo con mensajes y panfletos anónimos. Esa acción fue el detonante o explosión de algo que ya venía cuajándose dentro de esos trabajadores públicos, así que ese día no fue más que un asunto laboral-social que debió habérselo tratado con mucho tino; lo que no existió. Ahora se quiere vender que ese día triunfó la democracia. Correa tuvo un alto grado de imprudencia que pudo haber terminado en una desgracia para él, porque se lo iba a llevar a los altares como “santo”, sin haber pasado un proceso. Lastimosamente se perdieron vidas, dejando a hijos huérfanos, madres solas y mujeres viudas, a las que una casa, una pensión o cualquier cosa no ayudarán para llenar el vacío que esas muertes les dejó.

Lo que más les duele de pronto es la ineficiencia judicial en el esclarecimiento de la verdad del 30-S. No solo perdieron los familiares de las víctimas, sino todo el Ecuador. Policía y Gobierno, principales actores de este hecho, deben hacer conciencia que mientras se desarrolló todo ese drama en Quito, el país estuvo a merced de maleantes y gente desocupada que también pecó y robó a diestro y siniestro.

Así lo viví y lo vi en Guayaquil en las calles 38 y Portete, cuando camiones repartidores de colas, agua, almacenes, etcétera, fueron desvalijados, digno de una película de terror; por lo que no vi razón para ahora festejar nada, sino que lo que se debió hacer fue una declaración de luto.

Y en el caso de la Asamblea Nacional, quiere hacer una declaración inexacta de este suceso, eso sería una tomadura de pelo.

El 30 de septiembre quedó registrado en nuestra historia como un acto vergonzoso.

Debería la Asamblea dedicarse a redactar leyes que sirvan al país, interpelar cuando debe hacerlo y velar por el mandato que el pueblo le confió; no más.

Eleodoro Portocarrero Clark,
abogado, Guayaquil

jueves, 10 de mayo de 2012

A ÁNGELA CLARK BOLAÑOS.


Estas líneas que tú lees aquí son parte de un ensayo que estoy escribiendo, sobre la importancia del papá en el hogar, pero en él aparece el retrato de mi mamá a quien dedico estas palabras.

LA EXPERIENCIA DE LA SOLEDAD.-

Yo y mis hermanos en la foto aparecemos solos,
Mamá trabajando de sol a sol extenuada
Sufriendo cansancio;
pero aparte del creador
ella merece mis respetos,
una pieza fundamental en nuestra crianza,
que sufrió el dolor la tristeza y la soledad.
Todos esos sentimientos juntos casi la consumen;
pero agito sus alas y tras bastidores
Escribió una historia
Llena de coraje y valor.
Si te pudiera definir que es una mujer,
ella llena todos los requisitos que puedas querer.

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MI PRIMER ENCUENTRO CON MAMÁ.-

Esto debió haber sucedido en la maternidad Enrique C. Sotomayor
Me lo imagino así:

Cuando sentí frío en la maternidad
Esas enfermeras me limpiaron,
Me echaron un poco de agua
Y me llevaron a la presentación formal,
Fue allí cuando mi Boris me vio,
No sé qué terno me pusieron,
Pero sentí su amor aun más fuerte,
Créemelo que lo sentí yo fui su último vástago
Y el más consentido.

Después de haber traído 3 pequeñuelos.
De pronto esbozo una sonrisa a una señora,
No sabía que aquella era mi mamá
Y que se sentía orgullosa,
Distinta de la de meses atrás,
Tome su seno una y otra vez
Hasta quedarme dormido,
El dolor de estar solo aquí había desaparecido.
Por fin sus manos gorditas acarician mi piel,
Y tardaría un poco más para estar de pie.

 Mamá Ángela, mi Boris.-

Solía hacer grandes buffets o comidas para diferentes ocasiones, quinceañeras, matrimonios, bautizos, cumpleaños, Etc. Lo hacía ganándose la vida con esas actividades, completó el presupuesto o se acercó a el para mantenernos y llevarnos al bachillerato en nuestro país. Mamá era de esas especies tiernas, única y recta. Es ese ejemplo de mujer para las futuras generaciones (mujeres), que no necesita de un varón, para salir adelante, si tal necesidad hubo, mi madre prefirió a los cuatro Marcelo, Ana, Sara y yo. Mamá supo sobreponerse a muchas cosas, convirtió sus reveses en Victoria y sus derrotas en lecciones de sabiduría, para poder andar en la senda del bien, con el tiempo mi mamá se volvió mejor que el vino, pues espiritualmente creció una barbaridad, siendo añejada espiritualmente y su paso deja un sabor a santidad y sabiduría, que son un ejemplo para mí.

La Educación Superior, correría de nuestra cuenta. Así mamá a punto de una buena sazón nos crió y lo hizo bien, porque cumplió con todas aquellas cosas  que su deber como madre le imponía y no solo cumplió con lo básico, sino que lo hizo aun mas allá de todas las expectativas. Quien como mamá Angelita al preparar sopas, el plato fuerte, el postre o el jugo, hacendosa, diligente en tener un buen don de servicio del prójimo.
Ella siempre era solicitada, cuando en los retiros, campamentos, viajes que se hacían le pedían que vaya y se encargue de la cocina, su mano era la oficial, ella comandando el grupo de cocina, la buena comida estaba garantizada. Por todas las ciudades donde fuimos de campamento de este país, demostró gallardía. Para vacaciones nosotros teníamos la obligación de pasar de año en la escuela o en el colegio, pues de eso dependía el poderle acompañar, era toda una fiesta e ir a la capital e instalarnos 2 ó 3 días antes, visitar comisariatos, supermercados y mercados en busca de víveres, Quito me parecía aquella ciudad salida de una postal, ¡Qué tiempos aquellos! Mi madre paseo su don por donde quiso e hizo lo mejor y su nombre fue siempre sinónimo de excelencia, sabiduría e ingenio y como no, de cristiandad.

MAMÁ, CANTA, RIE Y LLORA SOLITA.-

Cuando nací, no resumo si ma,
estuvo mal por haberte perdido
O por haberme conseguido
Lo cierto es que llegue en un buen momento,
Acompañado con un pan en el brazo
Y con la alegría latiendo por dentro.
Mamá cifro sus esperanzas en que regresaba el amor
Apenas el cartero arribará,
pero creo que este nunca llegó.
Mamá canta, ríe y llora solita,
pero su consuelo es ver a sus 4 morenitos
bien bonitos,
Así que plancha, lava, cocina
Y va conmigo a la escuelita,
donde ella es la madre más bonita.
Amor de Madre.-

“Mamá es esa palabra linda y llana pronunciada por la gente, que no tiene extensión, ni tampoco profundidad.”

Amor de madre, es aquel que en el silencio guarda y espera;
que conjuga una lagrima tierna,
que abre el corazón al compás de la paz y también de la guerra.
Madre es el poema más completo después de Dios en la tierra.
Evoco tu sonrisa y tus lágrimas de prisa;
vienen a mi tus palabras y tus consejos como llamas,
escuchó el eco de tu voz  rondando mi corazón;
siento la bendición de Dios,  al tocar tú, las puertas del cielo.
Vuelvo a ser niño, al  recordarte con mucho cariño.

MI BENDICIÓN.-

Cuando recuerdo las cosas que pase con mi mamá y mis hermanos, te diría que muy a pesar de todo pase una infancia feliz, el gran amor de Dios y de mi madre y de su familia que es también la mía ha sido una bendición. No podría retroceder el reloj, porque hoy tengo constituida mi familia, pero acudo a los recuerdos, para saber que tuve una madre que toda su vida se porto como héroe y cual soldado, nunca rehusó estar al frente de batalla, para sacarnos adelante. Tirada en la parte de atrás prefirió siempre la avanzada de nosotros y ella quedarse resagada, hoy al verle miro su porte, admiro su espíritu y la clase de persona que es. Pues como dice el dicho, de poderse sacar el sombrero, por el arrojo, la decisión y la entrega, lo que nos catapulto a ser lo que somos, que no somos perfectos, pero ella nos inculcó siempre las cosas buenas, venimos de menos a más, gracias a su dignidad, amor y templanza. Su cabeza hoy esta plateada, no solo producto de la edad, sino de pensar, de pronto en uno de sus pensamientos estoy yo, o están mis hermanos, no se cansa de doblar sus rodillas y de cruzar los atrios de Jehová para interceder como Job, por cada uno de nosotros. De ella recibimos solo buenos ejemplos, y saber que la vida no es fácil, pero con la ayuda de Dios es más llevadero el camino.
Hoy cuando me paro frente a ella, a pesar de que yo tengo unos pocos centímetros más que mi mamá, su talla es Extra Large, porque me parece inmensa como persona, como cristiana, como mujer, como todo. Muchas veces la vi llorar, quizás no sabiendo que hacer, teniendo dudas, sufriendo, pero ahí sola, supo encontrar en Dios su refugio. Si te pintara un lienzo del cristiano cuando ora, puedes saber que ella ocupa el espacio central de esa pintura.
Mamá conservó siempre el porte de esa señora que con la ayuda de Dios y su familia se batió sola. Aún disfruto de su compañía, de aquel bagaje de experiencia y de esa forma extrema de ponerse en la brecha, al creer que Dios puede obrar en la vida de las personas, y esa fe inquebrantable en ese Dios poderoso alumbra aun mis días.

 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? 
       

Ab. Eleodoro Portocarrero Clark