Mama el otro día me recordó, pero
en este mes el 21 de diciembre de 1973 también se cumple un año más de la
partida de nuestro abuelo Eleodoro Clark, casi a 5 días de su onomástico no
alcanzo a celebrar sus 64 años, pero aunque el recuerdo es distante y yo
frisaba por los 4 años recuerdo haberle visto por última vez rígido en su caja
cerca del altar de la iglesia de El Pacto que estaba al frente de la casa de
Los Clark y a la cual asistían gran parte de Los Clark. Por qué las personas
buenas se nos van rápido y el cielo nos priva de ellas, casi un click y son
trasladados a la eternidad nunca más se los ve hasta que estamos en tierra, no
obstante el abuelo no era así, aun lo recuerdo pues de mis pupilas mi abuelo
nunca se fue, lo recuerdo como el más tierno y el más bondadoso de los hombres
que yo conocí cuando tenía 3 años y medio, yo como cualquier pelado cargoso lo
seguía de un lado para otro, subía las escaleras y yo me recuerdo de su gran
figura, de sus sandalias, de las venas que tenía brotadas en su pie, mi abuelo
bajaba a su cuarto, más atrás iba yo. Me sentaba en sus rodillas, mi abuelo con
su monumental fuerza me cogía en sus brazos y me alzaba…Cada vez que de regreso
de la calle (Centro de la ciudad) al abrir la puerta sabíamos que eso era
fiesta, el abuelo Clark regresaba con algo, con caramelos, con comida, recuerdo
haber visto por primera vez una langosta que el llevo y que había comprado de
seguro en algún mercado…Mi abuelo era un tipo original en porte, en el habla,
en su manera de vestir, de calzar, utilizaba tirantes, de leva y corbata dejaba
una grata impresión, también a todas estas cosas solía ponerse un sombrero.
Pienso que a pesar de tener mucho porque alardear el abuelo era una persona
quieta y calmada que tomaba la vida de forma tranquila. No está más decirte que
mi abuelo Eleodoro y mi abuela Ángela eran personas de cache, no le gustaba dar
mala vecindad, ni dar que hablar, ni hablar demás, creo que eran el uno para el
otro, porque eran muy sabios y humanos al tratar a las personas. Eran modestos,
y hoy se considera modesto a alguien que no tiene, pero estos mis dos abuelos
tenían mucho que brindar. Antes de que se muera mi abuelo me llevo a pasear por
la ciudad de Guayaquil, en ese entonces Guayaquil era pequeña, lo más
respetable era el malecón, ver por primera vez las mansas aguas del Guayas
bañando la ciudad fue una impresión grande, mi abuelo siempre contrataba a un
señor que vivía en la 10ma y Cuenca para trasladarse, un taxi de esos antiguos
de marca PEUGEOT que ya no están más en circulación nos llevaba por la ciudad,
quizás fue un acto de premonición pasados unos días o meses el abuelo caería
grave y fue llevado como afiliado al Hospital del IESS al TEODORO MALDONADO de
donde nunca más regreso, haber tenido 63 años aun con fuerzas y joven, allí se
apagó la luz del abuelo Clark.
Cada uno de los abuelos Clark tenía
algo de especial, pero la joya del Nilo era mi abuela, siendo yo un niño negro
flaco y esmirriado que llego de la Sotomayor a la casa de la 9na probablemente
un 30 o 31 de octubre, ella y su marido no nos echaron, más bien nos abrieron
las puertas, largo el arriendo y el tiempo pues fui inquilino de la casa casi
30 años cuando me case y Salí de la casa de mis abuelos para siempre…
Yo dormí desde muy pequeño con mi
abuelita Ángela del Rosario Bolaños Cortez, una babahoyense de cepa la Grand
Mother de mi familia recuerdos que no volverán, mi abuela recubría su colchón con
plástico yo adolecía de una vejiga muy pequeña y por lo general no alcazaba a
llegar al baño, el esfínter sin educación hacia lo que le daba la gana… pero mi
TITI como le llamaba yo era una persona super especial, inteligente como
ninguna, cargada de experiencia y llena de vida la recuerdo, no era de marca ACME
pero mi abuela hizo de mí su bastón y agradezco el privilegio de haber ido con
ella a la Plaza, al doctor, a comprar, a cobrar su PENSION…a pasear, muchos
recuerdos con mi abuela Ángela. Tenía 9 años y mi abuela me llevaba a su
iglesia Cuadrangular, contaba a mis hijos ayer, que comenzábamos desde las 7 y terminábamos
casi a los 11 de la noche, la forma muy singular de cantar los canticos
repetirlos varias veces…Cuando Salí de la iglesia a esa hora, yo parecía un
poco borracho por el sueño que me manejaba no sé cómo llegaba a la cama y dormía…Cuando
no iba a los cultos con ella, mi abuela traía la lección bien aprendida me decía,
busca en tal lugar, cántame este cantico, creo que su hermana en Cristo la Hna.
Rosita de Plaza le escribía en una libreta lo que habían dicho, las citas, pero
la predicación de memoria venia ella y la exponía con nosotros.
Mi abuela Ángela gustaba mucho
tomar café, que cosas no conversamos, que cosas no escuchamos de ella, muy
sabia, muy educada para expresarse, las jornadas de aprendizaje para poder
comer fueron buenas mi abuela utilizaba muy bien su látigo, nadie se quedaba
sin comer excelente aprendizaje…
Era ella la que se encargaba como
despertador los días domingos de despertarnos para que vayamos a la iglesia,
nadie se quedaba en cama si mi abuela comenzaba a llamar…
Aún recuerdo cuando se ponía en
la ventana grande de la casa de Los Clark quedaba hacia su departamento a mirar
el horizonte que veíamos en dirección a los cerros de Bellavista, allí se veía un
hermoso atardecer siempre, sus ojos se llenaban de lágrimas, ella decía que
extrañaba su viejo (le sobrevivió casi 20 años, ella partió en 1993) Mi abuela Ángela
era la fanática numero uno de su marido y de la familia Clark, creo que ella
era más Clark, que los Clark, pues para ella no existió mejor hombre, ni mejor
suegro que los Clark. Mi abuela cuando hablaba de su esposo lo hacía con una
solemnidad y un respeto único, solo hablaba bien de él.
Hay gente que se llama cristiana,
pero mis abuelos se manejaron siempre como lo que dijeron ser, eso es un mérito
grande. Creo que ya comente, esto pero la mejor mano de cocina junto con la de
mi mama y la de mi esposa era la de mi abuela.
Con un paso lleno de recuerdos de
Oro donde manejaron el casino del ingenio San Carlos, donde tuvieron su negocio
propio, donde después de hacer historia tanto ella como su esposo, dejaron
aquel lugar hermoso situado en el campo donde se habían desarrollado como
familia, donde nacieron sus 9 hijos y donde quedaron enterrados dos de ellos y
el iniciador de la familia Clark, para radicarse en Guayaquil que comenzaba a
transformarse y a crecer hasta convertirse en la Metrópoli que es.
Ab. Eleodoro Portocarrero Clark-
31 de Diciembre del 2016
Don Eleodoro Esteban Clark Quizphe Chunchi 26 Dic. 1909-Gye-21 Dic-1973
Angela del Rosario Babahoyo Agosto 2- GYE -1993