domingo, 2 de junio de 2013

EL MUNDO NEGRO

Eleodoro Esteban Portocarrero Clark

El mundo negro siempre estuvo impregnado de la orientación que cada uno de sus amos le dieron. El europeo no digamos que fue malo, más bien fue ignorante y un verdadero esclavo de sus deseos de dinero, un afán de creerse más que un ser, que lo único que tenía de diferencia era su piel; pero fuera de estas consideraciones puntuales, sin duda en la repartición que del Nuevo Mundo se hicieron las naciones europeas como los españoles e ingleses dos de los amos que mas territorios colonizaron en América, fuera de que a esta parte del mundo se vinieron a meter franceses, portugueses, holandeses, daneses, Etc. No obstante los que mayormente dejaron huellas fueron justamente estos dos colosos, que dicho sea de paso en la Europa medieval se disputaban siempre la hegemonía y quien era el primero, según los turnos que determina la historia.
Se han dicho cosas diversas con respecto al poblamiento de América, a su colonización y otros factores que marcarían la vida de las personas nacidas en estos lares.
Los españoles fueron crueles en su tratamiento con los indígenas; pero los ingleses no fueron unos santos, al ver al indígena el hombre europeo hasta pensó que el mismo no era humano, los unos mesclaron en gran parte su ya mesclado linaje y los otros los desaparecieron, los pocos que quedaron los metieron en algunas reservaciones, para tratar de apear su conciencia, pues muy a pesar de su deshumanizada forma de actuar, trataban de mentar a Dios, el mismo que no se daba ni por enterado de todas las atrocidades, crueldades y desparpajos que hicieron algunos de estos a nombre de la cruz, y peor llamados aparentemente cristianos. Porque se hace una evocación del indígena, porque no nos podemos enfocar en el negro, sin olvidar la forma en que los indígenas fueron tratados. Los negros traídos para aliviar la pesada carga dada a los nativos de las Indias Occidentales.
Los africanos fueron traídos de un continente formidable, no solo por su tamaño, extensión, por su cultura, por su gente. Las circunstancias se dieron quien no quería mano de obra, ni siquiera barata, sino aquella que no le iba a costar nada, el desarrollo de las naciones capitalistas europeas y el desenfreno mercantilista nunca desaprovecho la oportunidad histórica que se presentaba; pues un nuevo horizonte en la economía se estaba abriendo, las plantaciones de azúcar, algodón y otros productos comenzaban a tener auge, la fuerza de los indígenas, diezmados en algunos sitios y la expedición de leyes que ayudaran a preservarle sus derechos era un hecho _ Ley de Indias, España_ todo esto coadyuvo a que la mano de obra de por si escasa y resguardada no tuviere la misma solicitud como en el inicio de la Conquista de América. Abierto un nuevo mercado para extraer mano de obra barata fue la oportunidad más deseada, pues si recordamos la Esclavitud como institución no aparece en la Historia de la humanidad recién con la esclavitud negra; pues antes ya naciones como Grecia, Egipto, Babilonia y otras tenían dicha costumbre, es mas dentro de sus castas las consideraban como normales e incorporadas a sus respectivas sociedades. Por lo tanto la aplicación y limitación, supresión y restricción de los derechos conductuales de los negros como hombres no fueron una sorpresa y se lo considero normal y en muchos de los casos hasta una normativa jurídica se creó reglamentando la trata de ellos, su negociación, Etc. El negro casi asimilo una suerte de un bien preciable en los distintos casos y depreciable en otros.
En todo caso los negros al igual que los indios fueron menoscabados, lo común es que en ambos casos los europeos dudaban tanto de que  negros e indígenas fuesen 100% humanos, pues al creer ellos que la sangre azul existía por parte de los reyes de las distintas casas europeas, estos dos grupos de seres humanos en realidad no tenían sangre, pues no cabían en ninguna de las especificaciones como mortales, que no había reparos ni tan siquiera para considerar esa posibilidad aun remota. Fuera de todas esas irrealidades que se convirtieron en conjeturas, el negro y el indio sino lo sabían los europeos fueron creados por el mismo Dios que hizo al hombre blanco, pero de eso se darían cuenta muchísimos años después, mientras que eso se dieron muchas historias de error, de abusos y recuerdos amargos que marcaron la vida de estos dos grupos de seres humanos provocados por descubridores, conquistadores y colonizadores.
Pero la vida de indios y negros correrían suertes distintas aunque emparentadas con la injusticia que fue el derrotero de su vida.
Pero me quiero enfocar en la historia negra que es la que me abstrae y a la cual quiero referirme por ser quizás una de las páginas de la historia más oscuras, en donde la institución de la Esclavitud se convirtió en toda una suerte de negocio casi intocable y que daba ingentes ganancias a toda una cadena de hombres perversos que traficaban con la vida de sus prójimos. La gente que aprendía a los negros, los vendedores, los comerciantes y los amos eran parte de un vagón que contenía la misma repugnancia por igual y dueños de la misma cosa en común el lucro. Se cuenta y así lo recogen los libros de historia que muchos esclavos africanos fueron aprendidos en las costas occidentales del Continente africano, algunos entregados por sus mismos reyes a cambio de productos que se intercambiaban con los africanos tomados en redadas. Si dijéramos miles estaríamos faltando a la verdad y es que millones de africanos fueron arrancados de forma inmisericorde de su tierra y todos casi sin excepción difícilmente volvieron a ver aquel lugar que los vio nacer.
Sin duda fue una época del peor oscurantismo que soporto la humanidad y de ceguera espiritual, pues el hombre se ensañó contra el hombre y se cumplió a raja tabla aquel dicho que dice que el hombre es un lobo para el hombre.

Hombres, mujeres y niños vendidos como animales pasaron a ser parte del inventario de los semovientes que había en las haciendas, en las grandes plantaciones. Marcados al igual que cualquier ganado con una placa para circular por el territorio de los grandes terratenientes. Europa del siglo XVI, XVII, XVIII ganó aparte del oro sacado de las tierras de América, una gran bonanza con la explotación de los medios de producción que se dieron debido a las circunstancias antes anotadas.