martes, 25 de octubre de 2011

LA HISTORIA QUE NO SE CONTO.-


 La historia del Ferrocarril siempre se verá incompleta, mientras se hable de las cosas bonitas y se maquille la misma, pues hemos vivido más de 100 años repitiendo lo mismo; pero dejame virarte la página y decirte que en 1900, para ser exactos en el mes de Noviembre, la empresa The Guayaquil and Quito Railway, constructora del ferrocarril ecuatoriano, por encargo del Gral. Alfaro, en vista de no contar con el concurso de con trabajadores nacionales, importó 4.000 trabajadores jamaiquinos, y se ubicaron cerca de la NARIZ DEL DIABLO en los campamentos negreros, explotadores, existentes en esos lugares, y lograron lo que hace muchos años otros presidentes ecuatorianos habían soñado, "subir a Los Andes", al Gran Ferrocarril, aunque el costo fue alto, los jamaiquinos habían dejado su isla, porque no había trabajo, estaban atravesando una espantosa crisis económica, que los regó por toda América ( Cuba, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Panamá y nuestro país). De la totalidad de aquellos trabajadores, quedaron tan solo 2.000, la mitad murió a manos de la dinamita maldita, unos pocos por las enfermedades. No solo sufrieron vejámenes, maltratos, desprecios y fueron explotados, sino que por no pagarles se los mató. La impronta jamaiquina quedo en los rieles del tren, escrita con la sangre de su gente gallarda y valiente. El Error : Nunca haber sacado a la luz pública esta Historia. ¿ Por qué?, porque esta es una historia de negros llena de sufrimientos. Pero aun así, ellos nunca bajaron su servís ante las humillaciones de celadores, capataces y administradores, no solo que se les reconoce la hazaña del ferrocarril, sino el haber organizado una huelga a norteamericanos e ingleses, las faltas cometidas en su contra no lograron extinguir, el espíritu noble combativo y altivo de los jamaiquinos. Casi 1700 se fueron para no volver NUNCA MAS A UN PAÍS que los trato mal, diría yo, requetemal, pero eso no fue obstáculo, para que 300 hombres pudieran dejar su huella en suelo patrio, pues ellos se quedaron vivendo aquí y concibieron hijos ecuatorianos. En tu escasa cultura, sabes quien es Jacinta Sandiford, Los Reeves Patterson, Alberto Spencer, Dora West, Luis Aguirre Ford, Mercedes Payne, Julio Jaramillo, todos ellos tienen en común una cosa, ser DESCENDIENTES DE JAMAIQUINOS. Muchos de ellos brillaron en sus tiempos dejando fuera de las fronteras de este país, su nombre bien en alto, Hoy lo hacen otros de la misma estirpe, destacándose en la música, la actuación,la abogacía, el periodismo, el magisterio, la medicina, la ingeniería, Etc. En sus páginas dénle el honor a los mentores del ferrocarril, pero no se olviden, que si no hubiera habido gente dispuesta a cumplir a raja tabla esas disposiciones, no estaríamos hablando, DEL FERROCARRIL MAS DIFÍCIL DEL MUNDO. La sociedad ecuatoriana, el Gobierno y otros entes que nunca han hecho nada por quitar el polvo de esta HISTORIA, aun están a tiempo de resarcir su ignominia, verguenza y pecado cometido en contra de los trabajadores jamaiquinos del FERROCARRIL DE ELOY ALFARO. Este Gobierno aparentemente trata de hacer las cosas bien; pero creo que los colaboradores del mismo son de lo peor, ineficientes e ineficaces. Se dice o se habla de un Ecuador en colores, pero la mayoría de las etnias y pueblos que forman parte de este país, esperan recibir un mendrugo de ayuda, lo que los hace serviles y responder a intereses ajenos y creados que estan lejos de su razón de ser e idiosincracia. Si este Gobierno quisiera en realidad rescatar al ferrocarril, comenzaría por reescribir la hisoria verdadera de este, porque ella se pierde cada día mas, para que se afana diciendo que el 30 S. es ó fue una intentona de Golpe de Estado, cuando eso en realidad era un reclamo laboral.
Si descubriese  esta historia sabría que aqui a pretexto de construir el ferrocarril, se violentaron muchos derechos humanos y muchas partes de esta historia estan aún ocultas, porque nunca conocimos todos los nombres de los jamaiquinos muertos por causas de explosiones, de enfermedades, Etc.Porque los Gobiernos que heredaron a Eloy Alfaro y este mismo, nunca tuvo la preocupación de no permitir que la información de los libros de la empresa que construyó el ferrocarril se los llevará esta?. Queda entonces en ese sentido la confabulación de los mismos con respecto al tema, todos tienen un grano de arena de responsabilidad, por su falta cometida y el poco amor a la Patria que mostraron estos en su momento. La memoria histórica de este pueblo desaparece de manera conciente, para que despues no se reclame de todas las atrocidades sufridas en plenas faenas laborales.
La política es así un día se tiñe de un color y al otro día de otro, por eso sus inexactitudes han marcado a este país. Y lo han dejado como esta. Sin esperanza en un futuro valedero y cierto.
¿Cuál es el mayor reconocimento de los descendientes de jamaiquinos que han ??engrandecido el nombre de la Patria? Te diré: Ninguno. Como vivió Jacinta Sandiford toda su vida, sin nada, sin un reconocimiento especial, si no es por la empresa privada, algun gobierno de turno de Ecuador se dignaba en ayudarle, NINGUNO.
Con Alberto Spencer otrora gran goleador del Ecuador en selecciones nacionales, Peñarol y Barcelona, apenas le dieron un puesto de consul honorario. Pero fuero de eso, el ecuatoriano promedio conoce de su valía y de su gran dimensión, escasamente estas nuevas generaciones han oído escuchar de los mismos.
Es bonito que se rehabilité la línea férrea como parte turística y que nuevamente Quito y Duran queden comunicados mediante este medio. Pero creéme el resurgimiento de todo el conglomerado del Ferrocarril, no se vería empañado, si se quitará toda la sabana que ha sido cubierta intentando tapar esta historia hermosa por una parte y por otra también llena
 de verguenza, sería distintas las cosas. Alguna vez ví un documental sobre Curazao, una isla cerca de las Costas venezolanas, que pertenece a Holanda, ese es el mas fiel reflejo de como se debe hacer historia en este país llamado Ecuador, en aquel video enseñaban todo lo lindo de la isla, sus puntos históricos, hoteles, Etc. Pero también enseñaban la forma en que fueron tratados los esclavos, como los mantenían con grilletes, los cuartos donde dormían, en fin. Hacer cultura, hacer historia, no significa enseñarle a la gente el lado bonito de todo, sino también enseñarle las cosas malas que sucedieron, para que la historia no se vuelva a repetir. Cual es el pecado de poder escribir ó enseñar una historia fidedigna
que haga reflexionar a las personas. Otro atentado publico en contra de los trabajadores jamaiquinos, fue el hecho de haberse dictado leyes, para perseguirlos y cogerlos preso, reduciéndolos a calabozos. Cuando el regímen de esclavitud feneció en Jamaica en el año de 1834 y en Ecuador hace mucho tiempo el Gral José María Urbina, había decretado la abolición de la misma. Y teniendo como precedente, el hecho de que vinieron a trabajar con un Contrato Laboral, de marras y que de pronto no se cumplió, porque el  mismo quería cubrir indegnizaciones, regreso a su Patria, Etc.
En varios de los casos las anécdotas cuentan de jamaiquinos huyendo, pero la visión de esta     parte de la historia es tan infima y que solo observa un punto de esta; pues el verdadero motivo, no era porque no querían trabajar, era cuestión de Supervivencia, a la que todo ser humano apela, cuando hay peligro. Invitó a este Gobierno a que pueda correr las cortinas de esta historia, y a invertir alguna cantidad de dinero, para que investigadores e historiadores, puedan escribir su aporte con respecto a todo el atropello, que no solo sufrieron los jamaiquinos, sino otros extranjeros y también nacionales que colaboraron en la construcción de esta magna obra. Ab. Eleodoro Portocarrero Clark IV

lunes, 17 de octubre de 2011

MI FAMILIA CLARK : LOS AÑOS FELICES, DE ANTES Y LOS DE AHORA .-

Me dirás, porque tu fijación tan platónica con respecto a ese tu apellido inglés ( Clark materno), quizás común, entre los gringos e ingleses, pero así es, y te puedo decir por qué. Cuando nací en octubre del 69 en esta ciudad de Guayaquil, ya Dios había provisto donde iba a nacer y donde íbamos  a vivir mamá, mis 3 hermanos y yo. Lo primero que vi ó supe es que vivía en una casa grande la casa de la 9na. Esta había pertenecido a mis abuelos Eleodoro y Ángela Clark desde siempre, porque en la década del 60, se mudaron de su tan amado Ingenio San Carlos y de su parroquia Marcelino Maridueña (Guayas), a la cosmopolita ciudad de Guayaquil, atrás quedaban sus recuerdos 9 niños que multiplicaron a don Philip Clark (Bisabuelo): Felipe I, Dora , Cirilo, Carmen Raquel , Julio Esperanza, Eleodoro, Ángela Jr. Felipe II. Dos muertos en la tierra más dulce del Ecuador entre los años de su niñez y siete hermanos bendecidos por el señor. Aunque uno se abriga bajo la sombra del altísimo, te diré, que aquí en la tierra por 4 años hermosos me abrigué en la tierra a la sombra de mi abuelo. Pero como dice el dicho lo bueno dura poco mi abuelo se nos fue tempraneramente y con el algunos secretos, algunas historias. Aunque murió en 1972 en Diciembre su legado y recuerdos de un tipo no solo alto por su estatura, sino por un espíritu altruista y humano, casado con una mujer que era la horma de su zapato, que no se quedaba atrás tan grande como lo era mi abuelo en corazón. La gente que le conoció lo recuerda como un señor que no era vanidoso, pero detrás de ese carácter *adusto, había un corazón sincero, cariñoso y amoroso hacía sus hijos. No hablaba muchas cosas que te deslumbraran, pero era de esos que vivía con la efectividad al día, sabía cómo aplicar las ciencias exactas en su trabajo, descubriendo su baúl, encontré que el tiempo había hecho de él un gran lector, bosquejos bíblicos, poemas son testigos de lo que digo. Muerta su mamá de fiebre amarilla doña Mercedes Quisphe (cuencana), si él nació en 1909, es muy probable que el abuelo Eleodoro Clark Q. quedo huérfano a los 5 años, estamos hablando que la bisabuela falleció en 1914.

Quizás trato de poner una imagen en mi mente de un hombre solo con una criatura de cinco años, aunque yo me quedo por ratos y por tiempo con mis hijos Dara y Phil, concientizo, el hecho de que aquel jamaiquino Philip Clark se quedó solo con una criatura a la que iba a formar y a encargarse de pulir hasta su edad madura. ¿Cómo hacer? El muchacho se estaba criando en un país cuya lengua materna era el español, y él a duras penas masticaba el español y lo único que hacía era hablarle a su primogénito en inglés. Sin duda esto causo un efecto dominó en mi abuelo que termino hablando el inglés. Si el maestro Clark era alguien que llevaba bien sentado su apellido y sabía muy bien quién era. Los recuerdos de él son entrecortados y un poco nublados, aun así lo veo siempre atravesando el umbral de la puerta donde vivíamos con las manos llenas, nunca con las manos vacías. Llevaba siempre caramelos, golosinas. Una vez le vi que traía una langosta grande, hermosa y jugosa, fue la primera vez que vi una especie de esas. Yo andaba de arriba para abajo y de abajo para arriba, siempre detrás del abuelo. Desde ahí nació un amor entrañable hacía mi abuelo, su familia y a su historia. Sé que mamá ( Ángela Clark Bolaños) toda su vida al igual que sus hermanos toda  conto con su papá ( Eleodoro Clark Quisphe). Fue recibida en la Casa Clark, de la 9na, con cuatro negritos ( Marcelo, Ani, Sari y yo). Si digo suerte mentiríamos. Gozamos toda nuestra vida del favor de Dios, del Favor de Dios, que siempre nos cobijó, nos sustento y nos proveyó de todo. Eso lo conservamos los 4 en el corazón. No somos mal agradecidos, fuimos gente que sufrió; pero  si podemos hablar que la etapa dura la pudimos pasar, porque encontramos una familia EXTRAORDINARIA con dimensiones fuera de lote, que cada día lanzaba jonrones.
     Bandera de Jamaica

http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTLNjVJ7igOHBtufkjm9NcH82wS_9F9k0y5DKgyLPkMCM6NEAAYjACuando nuestro abuelo partió, dejo un vació profundo en nuestras vidas que difícilmente se pudo llenar. Pero Dios siempre hace milagros a favor nuestro, no se queda con las manos cruzadas y el levanto en nuestros tíos a esos padres multiplicados en cuatro: Cirilo, Julio, Eleodoro y Felipe. Ellos nos dieron un espacio en cada uno de sus hogares, sacaron tiempo, nos compartieron de su dinero, nos allegaron a sus hijos y conocimos el amor y no la mezquindad.


Fueron buenos tiempos, nos enseñaron que aun de lo poco se puede hacer demasiada y que si lo das con amor y con un buen corazón aquello se multiplica, te diríamos que si viviéramos en este mundo frenético nos hubiéramos llamado huérfanos, pero con ellos y con el abuelo fuimos más que bendecidos, porque tuvimos buenos ejemplos.

Como cualquier niño en mi infancia exploré mi entorno la Casa grande de los Clark era esa casa exótica que todo pequeño desea explorar de arriba abajo y de abajo hacia arriba, la conocía codo a codo. Será por eso que nunca me gusto la calle, porque en ella encontré la aventura de los altillos de las escaleras, la cocina, la sala, los cuartos, el patio amplio, los perros como la melona, la niña, el chulapi y otros más que fueron testigos de lo que un día pasamos. Mi abuela le gustaba criar ganzos, patos pequineses, chanchos, pavos, gallinas. Cuando nacia un perrito era toda una fiesta madrugar, para ver su nacimiento.
Estando en primer grado recordar que mi mamá me llevaba el lunch, las coladas que tanto me gustan, recordar el esfuerzo sobrehumano que hizo por mantenernos y pensar que nunca vestíamos con arapos, sino que cada Diciembre, en intermedio de año o cuando menos lo esperábamos teníamos ropa nueva que estrenar. En esa jornada de los estudios mucho ayudaron con la lista mis tíos, especialmente mi tío Julio, y con los juguetes todos los Hnos. Clark Bolaños.
Regresar de clases era un alivio, aunque nuca fui apegado al estudio, jamás de los jamases me gusto las matemáticas, algún vocación oculta me llevó a los pies de los Estudios Sociales. Mis años de un muchacho dejado pasaron de a poco cuando curse el 6to año (Hoy 7mo).

En esos tiempos aprendimos a convivir con todos nuestros primos, Los Clark Espinoza, Las Clark Durango, Los Clark García, Las Arreaga Clark, Los Meza Clark, conocimos también a los Burbano Clark, todo un conglomerado de gente con deseos y ansias de triunfar y el tiempo nunca pudo negar esa semilla depositada en ellos, por la línea de la bendición que guardan dentro de su alma y corazón. Que es la misma que tuvo su bisabuelo Philip Clark y que reposó en don Eleodoro Clark Quisphe su abuelo y que pasó a cada uno de sus padres.


domingo, 16 de octubre de 2011

TOMADO DE RAPSODIA ANTILLANA

Ab. Eleodoro Portocarrero Clark
Me parece interesante, yo soy ecuatoriano, descendiente de jamaiquinos en Ecuador, que llegaron a este país a construir el Ferrocarril, estamos 2011, y todavía no se le reconoce a ellos el mérito de haber hecho el Tren más difícil del mundo. Pues no fue fácil, hacerlo “trepar” a los Andes. Estamos luchando por divulgar su historia.
  • Señor Eleodoro,
    ¡Nos impresiona fuertemente su comentario y bienvenido a nuestro foro! Sus palabras nos abre muchas más vistas de la importantísima contribución de nuestros ancestros Afro-Antillanos- West Indian- en todo nuestro atribulado hemisferio. Tenemos que subrayar su nota, “el Tren más difícil del mundo,” ya que señala que en cuanto a preferencia por los mejores, más fuertes y los más adaptables para estos proyectos monumentales y peligrosos, tanto los Yankees, los Británicos, y los Franceses buscaban a los Jamaiquinos. Enfatizamos que se acabó la indiferencia y todos nos unimos a “divulgar su historia”. Lo invitamos a leer los siguientes artículos:

martes, 11 de octubre de 2011

LA HISTORIA QUE NADIE QUIERE AUSPICIAR Y SUS EXCEPCIONES.-

Como le dije a alguien esta historia no es muy comercial, porque es una historia que trata sobre:
a.    Trabajadores
b.    Negros
c.    Extranjeros
d.   Protestantes
Pero la historia de los jamaiquinos del Ferrocarril de Eloy Alfaro, es una historia única en su género, llena de coraje, de vitalidad, pese a las humillaciones, vejámenes, muertes que sufrieron estos anglocaribeños, la historia de este país y la sociedad limitada en que vivimos, quizás no le hará justicia, pero los que descendemos de ellos tenemos la obligación de hacerlo, porque hoy se habla cosas bonitas del ferrocarril, pero esta historia ha estado relegada y no considerada. En mi afán de poder tener un auspicio con el único fin de poder movilizarnos, tener los implementos necesarios, financiación de pasajes, estadía, viáticos, para mis colaboradores, Etc. Y los mismos fueron una gastadera de papel y tinta, porque ninguno de estos se digno en contestarme cito a los siguientes:
a.    Claro ( Porta)
b.   Movistar
c.    Gobierno Provincial ( H. Consejo Provincial del Guayas)
d.   Cartimex
e.    Industrial Molinera
f.     Gobierno Nacional
g.    Ministerio de Patrimonio Cultural
h.   Ministerio de Cultura
i.     Municipio de Duran
j.     Banco del Pichincha
k.   Mi Comisariato
l.     Unilever
m.  Toni

Todos estos en conjunto e individualmente han sido las compañías a las que he visitado y las mismas me han ignorado.
En el caso del Gobierno Provincial, donde me comunique con la Sra. Luzmila Nicolaide, me hizo tontear. Solamente leía por la prensa que apoyaban a un artista esmeraldeño, y en otra ocasión a organizaciones de GBLT. Me quede pasmado. Por último creo que el propio Prefecto Jairala, ni siquiera le llego la comunicación, ó en su defecto dijo por excusarse, ya que la comunicación nunca le llegó.
En el Caso del Gobierno Nacional, fue más patético, lo lógico es que no quiera oír nada que diga la verdad del FERROCARRIL. Sus supuestos ministerios, “Guardianes de conservar la memoria histórica de los pueblos”, ni bola que me pararon, digo para que sirven entes así tan solo, para darles de comer a algunos sin tener los méritos del caso, porque solo escuchan lo que les conviene. Por último me mandaron a tontear en el portal de compras del Ferrocarril, puedes creer tamaña estupidez.Y después no se llenen la boca diciendo que celebran a los Afrodescendientes, cuando lo único que hacen es dar limosnas a aquellos que han perdido su dignidad como tales y hoy por hoy son esclavos de esta forma miserable de hacer política. 
Municipio de Duran .- 2 veces envié al Alcalde Dalton Nárvaez, el Proyecto por escrito y nada…
Con el resto, hablo de Unilever, Mi Comisariato, Claro, Movistar, Industrial Molinera, Cartimex, Gobierno Nacional: Ministerios de Patrimonio C. De Cultura, Toni, Banco del Pichincha,  Gobierno Provincial ni siquiera se dignaron en contestarme, así son las instituciones públicas y privadas en este país.
 Con la excepción de:
La Universidad Laica “VICENTE ROCAFUERTE DE GUAYAQUIL”, en la persona de su Rectora, la Dra. Msc. Elsa Alarcón Soto, y al Alcalde de Santiago de Guayaquil, Excelentísimo Señor Abogado Jaime Nebot Saadi y al Arq. Melvin Hoyos, baluartes no solo de la regeneración y el amor propio a la ciudad, del conocimiento de su historia, sino del haber devuelto al guayaquileño el interés por la cultura. De todo corazón a estas dos instituciones mil gracias y que Dios los siga Bendiciendo y multiplicando sus favores en todo lo que realizan, para bien de la Educación y Cultura de este país.

Ab. Eleodoro portocarrero Clark IV


lunes, 26 de septiembre de 2011

APELLIDOS JAMAIQUINOS: GUAYAQUIL,DURAN,ANCÓN

·  Scotland          * Williams        * Atkinson
  • Spooner          * Coombs        * Brown
  • Scott               * Mc Gregor     * Foster
  • Pine                * Morgan           * Clark
  • Payne              * Marfat            * Wheatley
  • West               * Fletcher          * Fox
  • Wilson            * Sandiford        * Cox
  • Smith              * Johnnson        * Robins
  • Crawford         * Yeran             * Martin
  • Ford                * Pique              * Spencer
  • Carr                 * James
    *Batten,       *Borell,   
  • Angus,
  • Donalson,
  • Richard,
  • Carmerdgr
  • ,Richemond,
  • Thomas,
  • Armstrong,
  •  Wilson,
  •  Barker

  • Estos han sido los apellidos de origen jamaiquino de los que trabajaron en el ferrocarril y de los trabajadores de la Anglo, en Ancón, localizados en nuestro país, pero como les manifesté ha pasado mas de una centuria y los mismos como es lógico en los casos de aquellos que solo tuvieron hijas, han desaparecido, por la primacia del apellido paterno en nuestro país. En todo caso este es apenas un porcentaje bajo, si hacemos el calculo que de los del Ferrocarril, se quedaron 300 hombres, que de los de la Anglo habían 30 familias y los llegados por otros medios, estimamos unos 10. Es un índice sumamente bajo.
  • En el caso de mi familia y de mis parientes Clark ocurre una singularidad; pues es el apellido que mas se repite y en algunos de los casos hemos encontrado 4 cabezas de familia claramente identificados, unos son del ferrocarril, y otros de la Anglo, y en el caso exacto de dos he encontrado que dos de sus antepasados habían llegado de Kingston y comparando sus rasgos, en lo que tiene que ver con su fisonomía, coinciden.
  • Ab. Eleodoro Esteban Portocarrero Clark IV

domingo, 25 de septiembre de 2011

CONCIENCIA DE SER NEGRO, CONCIENCIA DE SER ECUATORIANO; PERO TAMBIEN CONCIENCIA DE SER DESCENDIENTE DE JAMAIQUINO (2)

Te diré que luego de aquel encuentro con mis raíces por primera vez, indague a modo superficial, que el Bisabuelo era de Jamaica, la primera tarea que me impuse fue ubicarla en el mapa, tomé algún Atlas de esos que te mandan en el Sexto grado y zas, apareció allí, una pequeña isla que estaba ubicada en pleno Mar Caribe y paradójicamente es llamada junto con Cuba, y Puerto Rico “Antilla Mayor”, el siguiente paso fue conocer algo de su idioma, encontré que hablaban inglés (por haber sido colonia de Inglaterra); pero el mayor descubrimiento fue que mi Bisabuelo era un cristiano evangélico, o mejor conocido en su país como protestante ( En EE.UU de América y Europa la denominación es común), cuando supe eso, que compartimos la misma FE, realmente sentí una emoción que me ánimo aún más a seguir adelante, en la búsqueda de este pasado , que las circunstancias no podrán manchar.
Las tertulias con la abuela eran casi ininterminables, mi abuela pese a sus limitaciones poseía un buen manejo del idioma, un conocimiento de las cosas que a todos asombraba, por su razonamiento, aunque no era Clark, tenía una conciencia plena de lo que eran estos, amaba con un  amor profundo y genuino a mi abuelo Eleodoro, que la mayoría de las veces, la veía llorar por su esposo, y te diré que tenía un orgullo de lo que él le había transmitido, que te quedabas anonadado. En esas conversaciones acompañados con un café, sentados en la mesa, descansando para ir a dormir y sobretodo en las noches, ya listos para descansar, solía contarme algunas anécdotas, de ellas recuerdo la descripción que solía hacer del Bisabuelo, a quien lo dibujaba oralmente como un tipo alto, barbado, con una frente amplia ( entradas), grueso(no gordo) y velludo, de piel no negra, ni negra, al parecer más se acercaba a un mulato. De hablar entrecortado, entre español e inglés, llegó al Ecuador entre el grupo de los jamaiquinos, a una edad de 17 años, de lo que he escuchado vino a ser el ayudante de un ingeniero, seguramente inglés o norteamericano, lo que quizás le valió; para no ser dinamitado al igual que muchos de sus compatriotas (2.000 muertos aprox.). Estando en las estribaciones de Los Andes, y de cara a ellos, muchos (300 jamaiquinos) fueron seducidos por la belleza de las ecuatorianas, cuando se produjo el quiebre de la compañía que los trajo, la Mc Donald Company, en 1902, salieron de esos campamentos, donde estaban recluidos, para tender la línea del ferrocarril, a formar familia. En ese periplo, unos se encontraron costeñas, otras serranas, y otras de alguna parte del país, lo cierto que en lo que se mi abuelo, “le pelo el ojo”, a una cuencana, llamada Mercedes Quisphe, con ella mi bisabuelo procreó a mi abuelo Eleodoro Clark Quisphe, una mezcla rara; pero así es un negrito mitad jamaiquino y mitad serrano, ese era mi abuelo, conocido en el Ingenio como el Maestro Clark.
Sin duda el ajetreo, de haberse hecho de “compromiso”, lo llevo a mi bisabuelo a buscar algún lugar, para poder sobrevivir en Ecuador, cuando mi abuelo tenía 5 años, mi bisabuela cuencana falleció de fiebre amarilla, enfermedad que era común, que también había cobrado sus víctimas en los jamaiquinos, en los extranjeros que trabajaron también en esos lugares, se dice que el segundo a bordo de la compañía The Guayaquil and Quito Railway, murió de esa plaga, Mayor John Harman.
Con todo y dolor el bisabuelo alisto sus maletas y emprendió viaje a un lugar incierto, lo que lo llevo al Ingenio San Carlos, de pronto después de haber mordido el frío y los lugares inhóspitos de las montañas y la selva pura, vio nuevamente la tierra costeña de este Ecuador y se afinco en la tierra más dulce del Ecuador. De lo que he leído, la industria azucarera de su país, era sumamente activa y los Ingenios productores de azúcar eran muy comunes, seguramente eso le llamó la atención y se estableció en el Ingenio antes mencionado. Viudo y sin una mujer a su lado, crió solo al pequeño Eleodoro Esteban Clark, deduzco , que por su poca practica con el español, se le hizo bastante difícil a don Felipe ( Philip Clark) el español, así que sin el saberlo, inscribió al niño en una Academia de Inglés que fue dictada en casa mismo, tal fue el resultado que mi abuelo sabía inglés al revés al derecho, por esos fenómenos, sabía escuchar, hablar, leerlo, menos escribirlo. De su mamá la Sra. Quisphe tenemos esa sangre serrana que corre por nuestras venas, que hace también de nexo, para saber que en la diversidad podemos ser fuertes y cimentar aún más nuestro arraigo a esta tierra, hermosa que es el Ecuador. Te digo una cosa el abuelo pudo haberse llamado Thomas, Timothy, Joseph, o algo por el estilo; pero la bisabuela lo bautizo como Eleodoro, muy común para la época, quizás gozaba ese nombre con la fama que hoy tienen el Carlos, el John, Etc. Esa decisión de inscripción de aquel nombre llegó a algunas generaciones de los Clark, por ella que permanece anónima aprendimos a amar a la Sierra, y a considerar a esa región con respeto.
Eleodoro Clark Quisphe, por su parte cultivo una larga trayectoria en el Ingenio, considerado como el que más, podía hablar con tanta confianza y con amplitud con los directivos del Ingenio San Carlos, Agustin Febres Cordero Tyler (papá del Ing. León Febres Cordero) y don Juan X Marcos( A la sazón el hombre más rico del Ecuador en sus tiempos). Fue Jefe de

Talleres de  las pequeñas locomotoras que empujaban caña en la compañía donde laboró, de pronto su amor esas máquinas lo llevaba dentro de sí, que este conocía al dedillo hasta el último tornillo, en una de esas historia, se postuló al cargo de Jefe, al retiró del que le precedió, con un verdadero concurso de méritos y oposición, no esos fraudulentos que existen por allí, la prueba, consistía en desbaratar una máquina (locomotora pequeña) en competencia con otro señor, que también era aspirante, mi abuelo, cuentan que le ganó a ese señor y se hizo del puesto. Según contaban, mi abuelo antes de convertirse al cristianismo era una persona que no era problemático; pero cuando alguien lo buscaba, lo encontraba. Con una competencia así, nadie se metía, mi abuelo promedio medía un metro setenta y cinco, herencia de la altura de su papá Philip Clark.
Si el inglés nos viene por los dos ancestros, que forman parte de nuestro antecedente, el derecho también, él no era de izquierda, ni cosa por el estilo, pero fue dirigente sindicalista de su empresa. Pero hay una huella dejada por los 4.000 jamaiquinos trabajadores del Ferrocarril, trabajadores de The Guayaquil and Quito Railway (G&Q), le organizaron una huelga a los inglesés y norteamericanos que manejaban la obra, reclamando por sus derechos. Por lo que puedo colegir que también el derecho nos llegó en papel membretado, tamaño A4, con filos dorados y aun costo alto, comprado en las tiendas del Caribe, de donde provenían también los *Cimarrones ( Negros esclavos que vivieron libres en las montañas de Jamaica y que atacaban objetivos de los colonos blancos).
Ahora si puedes observar, la historia que te cuento, debe haberse multiplicado o repetido en muchos de los hogares de aquellos descendientes de jamaiquinos que se quedaron desperdigados a lo largo y ancho de toda la Provincia del Guayas, que es la Provincia donde más se asientan estos ecuatorianos-jamaiquinos.
Hace poco acabe de recibir una llamada de un descendiente de ellos, me dijo algo para corroborar el carácter de estos trabajadores anglocaribeños, ellos eran TRABAJADORES, no fueron ningunos vagos, venían precedidos de esa fama y la mantuvieron, pese a la adversidad encontrada en suelo ecuatoriano.
Finalmente déjame concluir este bloque y decirte que cuando mi abuela Ángela de Clark, partió a la presencia del Señor, unos años antes, me hizo depositario ( Herencia ) de una caja llena de libros de su esposo Eleodoro Clark Quisphe, en ella encontré una Biblia en Inglés, aparte estaba, la que el utilizaba, una Biblia grandota en español, donde habían las inscripciones de nacimientos de la familia, defunciones, Etc. En ella constaba claramente y con letra legible, Philip Clark, nacido en JAMAICA – KINGSTON, sus restos mortales están hoy descansando junto a dos de sus primeros nietos ecuatorianos, Felipe I Clark, y Carmen Raquel Clark. By Ab. Eleodoro Esteban Portocarrero Clark IV

CONCIENCIA DE SER NEGRO, CONCIENCIA DE SER ECUATORIANO; PERO TAMBIEN CONCIENCIA DE SER DESCENDIENTE DE JAMAIQUINO.-

 Soy un aficionado al dibujo manual, a la música, desde que tengo conciencia, ambas actividades son una herencia desarrolladas a los pies de mi familia materna CLARK . Pero con el pasar de los años se me pego el gusto por los Estudios Sociales, en especial la Historia, a tanto llegó mi pasión por ella, que con el paso del tiempo la desarrollé como mi materia preferida, por eso le guardo aprecio, le guardo respeto, la cultivo casi todos los días, y en cada casa que tiene una Biblioteca, o dependencia pública o privada que cuente con una de ellas es mi sitio preferido de visita. Así te dije que comenzó mi amor por esta área de las Humanidades Modernas, creo que fue amor a primera vista, todo comenzó sin duda, cuando en la Escuela esta materia se vuelve un poco más amplia y  llamativa, te hablo del 7mo de Básica, antiguo Sexto Grado en mis tiempos, en ese entonces topaban los temas de los presidentes, lo cual me fascinaba, con el pasar del tiempo supe que me había encontrado con la musa de mis sueños, llamada historia, curiosamente lo primero que escribí oficialmente no fue nada de ella, sino un cuento, esa fue mi primera incursión en el mundo de las letras.
Hoy te propongo aventurarnos en ese algo, pues con un espíritu de “inclusión” te escribo parte de mi historia, con la perspectiva de un descendiente de jamaiquino y que comparte esto que quedará en este medio, como un testimonio de lo vívido, y aunque me digas lamparoso, orgulloso, o lo que sea, no me puedo desprender de que te hablo hoy con el corazón sabiendo que este tema que es “virgen”, pueda ser descubierto por otros y si te causa admiración a buena hora, si te causa un desinterés, tú, te lo pierdes, es cuestión de gusto; pero lo único cierto que te digo en esta invitación formal es que antes de poderme juzgar por lo que te digo, puedas de pronto abrir tu mente a esta historia, muy personal, pero no desentendida, no divorciada, no desligada de la Historia madre de los jamaiquinos, aquí en Ecuador, por eso la traigo hoy a vuestra consideración, para que puedas tu ver la parte singular, para luego abarcar la plural, lo que nos ayudará a tener una visión general de lo que quiero traer a colación.
Mi nombre es Eleodoro Esteban Portocarrero Clark, a la fecha de 41 años de edad, casado con Benilda Franco, mis hijos son Dara y Phil Portocarrero Franco. Mi padre se llama Marcelino Portocarrero Ortíz, esmeraldeño, mitad colombiano y mi mamá es una linda mujer llamada Ángela Clark Bolaños, del Ingenio San Carlos ( Marcelino Maridueña ), cuando nací en Guayaquil, llegué a casa de mis abuelos CLARK BOLAÑOS, después de una corta instancia por la Maternidad Sotomayor, entiendo yo, ( No he ahondado en eso con mamá), ella paso los 9 meses de su gestación sola y con 3 morenitos más, que son mis Hermanos : Marcelo, Ana y Sara  Portocarrero Clark, entiendo que al principio mamá no quería a este negrito; pero sabes después de arribar le alegre la vida a ella. Entiendo de pronto eso, su separación de papá le afecto, no obstante no te puedo decir que eso fue una bendición, Dios sabe todos los planes y de sopetón y de repente nos vimos en la casa de Eleodoro Esteban Clark Quisphe y Ángela del Rosario Bolaños Cortéz, dos personas geniales, diría yo unas excelentes personas en toda la dimensión y estatura de la palabra y el alcance que esta signifique, que don de gente tenían ellos, no podían saber de tanta educación, pero mis abuelos maternos eran personas a las cuales había que sacárseles “el sombrero”; pues de la vida conocían mucho, agrego bastante, consejos como los que daban y su autoridad, nunca pasaba desapercibida, actitud que los distinguía, lo que dejaba ver su brillante personalidad. En ese ambiente, viví, tu sabes como “el tierno” ( soy el último de mis Hnos), pase cerca de mi abuela y un poco cerca de mi abuelo.
Cuando mamá fue a parar de “vuelta a casa”, después de haber escuchado hace muchos años, que su enlace con papá no era bien visto, no era aceptado, regresó con 3 niños pequeños y uno de brazo. Para congraciarse quizás, o por el puro afecto que ella sentía por su papá, me bautizo como Eleodoro Esteban Portocarrero Clark, ganándose al abuelo. De que él me quiso, te lo puedo aseverar. Así rodeado de amor, como cuando alguien transporta botellas y las pone sobre periódicos o espuma, con eso los Portocarrero Clark, nos vimos empapados de ese amor, transmitido por dos hermosas personas que no nos tiraron la puerta de su casa en las narices, sino que siempre la mantuvieron abierta, para que los hijos pródigos regresen y nos hicieron vivir en la gran casa de la 9na, y hacer de ella nuestro gran rincón de juegos y poder encontrar en ella un mundo amplio y grande que explorar. >Cada día en ella era una aventura diferente, para que estar fuera, cuando en  ella había todo y de todo<
Fue así que mi mundo se abrió a ese entorno de la fantasía, de la realidad, de las cosas bellas, de la cristiandad, de la imaginación, de los buenos propósitos y de la calidad de vida que se necesita al vivir escuchando la voz de Dios.
Lo primero que hacía cuando era pequeño es ver televisión, por no tener juguetes caros, me inventaba yo mismo alguna historia, o algún diálogo, cualquier cosa a la mano era suficiente para saber que el mundo de los juegos había comenzado y mano de a poco comenzó  a dibujar, de seguro algún antepasado de los Clark, sabía de esto porque en varios de mis primos los tengo como competidores.
Siempre recordaré a mi abuelo como un tipo alto, gordo y con una voz sonara que llamaba la atención y con quien no había muchas cosas ambiguas. Solía subir las escaleras de forma apresurada, por lo general y este servidor de ustedes, con tres años y un poco más, lo seguía, recuerdo aún en escaramuzas, que me llevó antes de morir en un Taxi a pasear por mi ciudad de Guayaquil, que maravillosa experiencia. Después solo recuerdo haberlo visto en una caja, velándose en mi iglesia, se había despedido sigilosamente, sin hacer ruido, dejando tras de sí una vida que si bien tuvo altibajos como todo ser humano, NUNCA DE LOS NUNCA LE RESTO, LOS MERITOS QUE COMO SER HUMANO,HIJO, ESPOSO, PADRE, Y ABUELO, logró cosechar en vida. Solamente mi abuela solía decir que en el IESS, mataron a su marido y quizás no estaba tan lejos de aquella afirmación. Lo cierto es que en ella dejo una huella grande y para nosotros se fue tempraneramente nuestro benefactor material.
Con todo era muy niño, o pequeño, para haber formulado en vida de mi abuelo Eleodoro, algún cuestionario de preguntas, sobre su legado jamaiquino-ecuatoriano, las cosas que fueron develadas después surgieron cuando yo con más uso de razón, comencé como preguntón a decir y por qué esto, y de dónde, y cómo, y cuál, Etc. Hasta que algunas de las dudas de mi cabeza pequeña (en realidad era cabezón), fueron despejadas.
Recuerdo que fui a primer grado como un niño valiente, cuando mi mamá me fue a dejar a la “RAMÓN AGURTO CASTILLO” no lloré, cosa distinta ocurría con los que estaban a mi alrededor; pero si recuerdo que en ese pasaje de mi vida, cuando uno comienza la exploración del submundo, fuera de su casa, en la transición de la lecto-escritura, y todo eso, cuando te enseñan a escribir tu nombre, me escribía Eleodoro P. Clark, pensaba, que aquella denominación , por lo bajito, no me quedaba mal; pero en realidad esto no era Brasil ( Se usa primero el apellido materno); sino Ecuador. Por lo tanto lo que escribía o como me identificaba estaba incorrecto. Pero eso se me pego, cuando algún fin de semana, se me ocurrió dialogar con mi abuela Ángela Bolaños Cortéz de Clark, ella tenía en la galería de la pared principal de la sal de su casa, tres fotos, una era de mi tío Felipe Clark, que en ese tiempo estaba en Venezuela, otra era de mi mamá con Marcelo Portocarrero Clark y Jorge Meza Clark (mi primo); pero había otra que parecía más antigua que las otras, la cual no tenía pie de página (imaginación) y le pregunté, quién era ese señor, me llamaba mucho la atención, por su frente amplia y

sus cejas alzadas y un bigote que adornaba su cara, en aquella ocasión a vuelo de pájaro, ella tan solo me supo decir, ese es tu abuelo (Bisabuelo), y le inquirí, cómo se llamaba, ella me supo contestar: Felipe Clark, aquella primera impresión, me supo dulce, como me parecía extraño, le repregunté, cómo se escribe: ella dijo: C L A R K, ese fue el primer encuentro con esta historia, la impronta de esa historia me fue transmitida así, con un pequeño comienzo, hasta después haberse agigantado, en todo el sentido de la palabra. Este encuentro sucedió de forma espontánea, hasta que al haber acumulado, 41 años de vuelo en mi vida, se ha ido agigantando hasta mas no poder, despertando en mí una curiosidad inusitada, pues te digo que escribo esta historia o artículos relacionados a través del Cyber espacio, y de la impresión física de una obra referente a JAMAICA EN EL ECUADOR, un Facebook, un blog y la difusión en Situ, de esta historia en los lugares que recorra, todo por amor al arte, No, todo por amor y homenaje, a mis ancestros jamaiquinos, a los compatriotas de estos, a mi familia materna a sus descendientes y a aquellos adheridos a esta causa. Este es un recorrido extenso en la difusión de esta historia, si aparecen más, a buena hora; pero sabes mucha de esas líneas pudieron haberse preservado con una inusitada fuerza, lastimosamente han pasado casi 111 años, si contamos desde 1900, fecha en que los jamaiquinos, llegaron, mucho tiempo, se perdió parte de nuestra herencia que se quedó en el anonimato.

ESCRIBIENDO ESTA HISTORIA EN ECUADOR: LOS JAMAIQUINOS

Esta sin duda ha sido la historia más olvidada del Ecuador, la más menospreciada y la más oscura en el Ecuador.
Te diré que muchas cosas bellas se han escrito con respecto a esta; pero todas equivocadas e inexactas. Nuestro antepasados llegaron a este país por una necesidad, de parte de ellos y de parte de los constructores del Ferrocarril ecuatoriano. De su lado, su país JAMAICA, sufría una crisis económica, y de parte de los The Guayaquil and Quito Railway, necesidad de tener trabajadores que pudieran aguantar todo el trajín que suponía el trabajar en una actividad tan pesada. La gente de la Sierra, de la Costa y e general todo ecuatoriano, le "sacaba el cuerpo" a poder enrolarse en este trabajo. Por eso la contratación de los jamaiquinos fue algo que cayó como anillo al dedo. Noviembre de 1900, marca el inicio de nuestras raíces en este país, porque fue la fecha en que nuestros antepasados colocaron sus pies en esta tierra bendecida e hicieron lo que otros grupos, y otras personas no habían realizado, "encarrilar" al Ferrocarril a "Los Andes", con su corto período de tiempo por esas tierras (1900-1902) Demostraron su valor, coraje y decisión. Ahora  pregunto a los descendientes de jamaiquinos: ¿No puedes sentirte orgulloso de esto? Y poder declarar a los 4 vientos que eres un descendiente de un  BRITISH WEST INDIES, y estas aqui para contribuir al desarrollo y engrandecimiento de esta nación.
 Por eso asegúrate de dejar bien en alto los genes que corren por tus venas.


La mejor manera de difundir nuestra historia, es simplemente haciendo quedar bien el recuerdo de nuestros antepasados, porque de nada valdrá ufanarnos, si la gente puede tomar nuestros nombres y apellidos como simples trapeadores, para exponerlos como bandera en la tierra de la VERGUENZA, es pues nuestra obligación material y espiritual dejar bien en alto nuestra herencia, donde quiera que Dios nos llevé, para cuando las personas hablen, digan si ese negro es especial. Y puedan distinguir quienes somos, pues la gente podrá valorar a los Pine, Crawford, Payne, Spencer,Johnson, Smith, Atkinson, Mc Gregor, Clark, Scarlett, Scotland, Etc. Como personas especiales, buenos: trabajadores ,profesionales, cantantes, actores, mecánicos, Etc...
Dios nos dió el privilegio de que pueda correr por nuestras venas esa sangre caribeña, la misma que en el día a día nos reclama, cordura, eficiencia y pulcritud.
Somos parte de aquellos grandes negros que lograron subir el ferrocarril a los Andes, de aquellos que se sobrepusieron a toda infamia, arrogancia y maltrato y demostraron a aquello, para lo cual se los trajó a Ecuador. No es simple, ni una conjetura. Estamos llamados a ser parte de esa historia viva de este país, que mira las cosas positivas, conocedoresque hemos arrancado de cero, pero nadie quiere de una u otra forma estar abajo, por eso hemos tomado las alas de nuestro destino y las hemos desplegado, para que podamos conocer  que somos herederos de ese destino, no por lo que nos lo encontramos tirado en el camino, sino, porque trabajamos duro, para alcanzar todas nuestras metas y sueños.
No nos rindamos nunca, ni podamos dejar de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos y recogeremos grandes frutos y provisiones para el presente y para futuro.
Ab. Eleodoro Esteban Portocarrero Clark*
Bisnieto de don Philip Clark, originario de Jamaica Kingston, ex-trabajador de The Guayaquil and Quito Railway y nieto de don Eleodoro Clark Quisphe, ex- Jefe de Talleres de los Ferrocarriles del Ingenio San Carlos, Provincia del Guayas.